EA EA EA, NOS VAMOS A BASILEA
“¿Qué opinas del Liverpool?”. Paquito Utrera se había abalanzado sobre el cámara que estaba siendo asediado en la puerta del estadio por todos los sevillistas, que, contentos, celebraban el pase. Sir de Triana es un mosquito. Es un hombre tranquilo, preocupado por su compadre y las novias que se echa, y colaborador, como el que más, con la peña. Buena gente, con paz interior cuando no está hablando. Pero la luz de la cámara le puede. Salir en la tele es una tentación complicada de evitar. Y, en menos de un segundo, se te planta delante del objetivo. Es más, lo que creíamos un simple enfoque, se convirtió de repente en una entrevista. El micrófono salió de la nada. Porque de igual manera que Paquito Utrera busca la tele. También la tele le busca a él. Conclusión: el tío en la caja tonta. Sea Cuatro, Chiringuito o fotografía de periódico. Como siempre. Un crack.
Fue una de las consecuencias del 3-1. El que nos daba el pase a la final. La quinta. La tercera en tres años. La confirmación de que vamos a jugar 63 partidos, junto con nuestro rival, el Liverpool, los equipos que más partidos han disputado esta temporada. Casi nada. 63 partidos. Y Sevillismo En Madrid, en un porcentaje muy alto, de una u otra manera, no ha fallado. Contra el Shakhtar no falló. Ni en Madrid llenando El Bus. Ni en Sevilla con nueve peñistas desplazados. Con Anelia y su novio colgando la pancarta y mojándose, con Isi y Peri disfrutando de la invitación de la Peña Sevillista de Coca. Con Juan Luis tirando del carro del botellón. Con Luis Rosa llegando agónicamente y apurando la última gota del alcohol. Y con Pajarilla, Primera Dama y Presidente departiendo con demás presidentes desde el día anterior, en su única estancia en la capital hispalense en toda la temporada.
Cada uno con su función, cada uno con su cometido. En lo que buenamente pueda, sumar, eso es lo importante. Sumar. No restar. Eso es lo que nos ha llevado a ser el mejor equipo de la clase media de la historia. Lo que nos ha conducido a noches mágicas. Como la del Schalke04 y Puerta con 200 persona en el mítico Tot, como la de Osasuna y los goles de Renato y Luis Fabiano que celebramos en Gol Norte, como la de Valencia y el Mbiazo, el ángel y el primer desplazamiento pre-peña, como la de la Fiorentina y esa visita turística que hicimos en esa pedazo de ciudad renacentista. No podíamos faltar, desde luego, en otra semifinal.
En “El Cafetal”, en el lugar donde se tomaban las copas los jugadores del Sevilla en Segunda División. Ahí, la noche del miércoles, Barto, amigo y anfitrión, peñista de diez residente en Sevilla, nos llevó para alegrarnos la noche. Ahí estuvo Iratxe, tras comer serranito, dormida con Vanessa tirando de mojito. Nos acompañaron Sebas, presidente de la peña de “Hasta La Muerte”, y miembros de la FPS. Temas personales aparte, la conversación, aparte del Sevilla, entre nosotros siempre gira en torno a la gestión de las peñas, las entradas, las pancartas, los permisos… Un rollo. Aunque me entretiene, no os lo aconsejo. Eso sí, las camareras estaban muy buenas.
Nos esperaba a la vuelta de la esquina un día largo y no nos liamos demasiado. Antes de irnos a acostar, nos abrieron el campo para recoger las entradas y el respectivo material. Estar dentro del Ramón Sánchez Pizjuán, y más a las 3 de la mañana, es un privilegio. Nos dedicamos a disfrutar embobados. En ese estadio se iba a jugar 18 horas después toda una semifinal de Europa League (de Copa de la UEFA). Casi ná. Como estamos acostumbrados….
Anelia y acompañante no decidieron animarse. Pateándose Sevilla desde el día anterior y un poco exhaustos, decidieron descansar y ducharse para coger fuerzas para el botellón de previa. Peri, sin embargo, se lio la manta a la cabeza y gracias a su GPS nos plantamos en la barriada de Coca de la Piñera en el Municipio de Camas. Guía fundamental porque era un lugar donde Bin Laden podía esconderse para que no lo encontrasen. Isi dio fe de ello. Decía que estaba a diez minutos desde Alcalá del Río, y tardó una hora. No porque fuera impuntual, que no lo es, sino porque se encontró más perdido que bailando bachata.
Pero mereció la pena. Trato exquisito de Patxi, Presidente de la Peña y responsable del bar que nos recibía con un mural impresionante de la mítica foto de Antonio Puerta besándose el anillo. Un lugar soñado para todos aquellos que no tenemos sede. Detallitos como si fuera un santuario, y fotos por doquier de todos lo que le habían visitado. Espero que alguna instantánea en la que aparezcamos nosotros esté colgada desde ya en su pared. Saludos, abrazos, besos… Y presentación en persona de las “cabezas pensantes” de la peña A1000km de Barcelona. Joan, Toni y, por supuesto, María, que no se pierde una. A los que hay que añadir a los integrantes de la peña de Huevar, la de Salteras y Antonio, presidente de “Arte y Vida”.
Mientras el cielo nos mandaba agua de forma intermitente, y no paramos de entrar y salir del garito, dábamos cuenta de la carne en adobo, el solomillo al whisky, el lomo de cerdo a la plancha y las salchichas con tomate, sin olvidarnos de la pedazo de tarta con la que terminamos nuestra visita. La pobre Iratxe terminó rendida durmiendo la siesta, y no es de extrañar después de las sevillanas que se pegó delante de todos los presentes. En resumidas cuentas, fotos y más fotos, conversaciones interesantes, sevillismo en estado puro y siete barriles de cerveza que nos metimos los sevillistas de Madrid al coste de 27 euros.
Después, cogimos el Arca de Noé para bajar a Sevilla. Sí, Aswe, bajar. En medio del diluvio aparecieron el resto de protagonistas. Paco Utrera se encargó de las entradas y Juan Luis del botellón. Isi y Peri se fueron por su lado. El primero hasta llegar al punto de encuentro se encontró a todos los familiares posibles y a medio pueblo. Le faltó firmar autógrafos. Por otra parte, la familia del Presidente que, tras una breve parada técnica a golpe de pañal, fueron los últimos en llegar. Hacerse con la bufanda del partido, el corte de la policía en la entrada del estadio y la foto con el mosaico tuvieron la culpa. Ni en La Espumosa, ni en el Europa. En medio del tumulto nos encontramos y ahí empezamos a humedecer el gaznate.
No nos movimos. Bastante que algunos se encontraron a troles no deseados. Muchos conocidos, y mucho compadreo. El Presidente estuvo hablando rato largo con integrantes de SevillaGrande recordando viejos tiempos, sobre todo su especial relación con el agua. No había lluvia, algo que convenció a Anelia y compañía para ser las personas que estuvieran donde los abonos. Y todo, mientras los botes de humo rojo, los petardos y las bengalas inundaban la calle. Iratxe, callada, no solo no protestaba sino que le encantaba todo lo que veía a su alrededor. Paquito Utrera confesó que quería tener una hija así.
A las 21:05 horas, todos en el estadio. Todos no. El Presidente de nuestra peña tuvo un problema que le mantuvo a la espera un largo rato. Entre eso y que se dedicó los primeros minutos a buscar a sus peñistas, vivió andando el 1-0. En Preferencia se hallaban alineados Luis Rosa, Peri, Isi y Utrera, y por delante Juan Luis. A la vera, Luis García Tevenet, con quien nos echamos una foto en el descanso, tras el 1-1 tan inesperado como lleno de incertidumbre. Pero la segunda parte fue una fiesta. Apenas sufrimos y el brace de Gameiro y el golazo de Mariano hizo el resto.
Precioso el estadio con las banderas, que se quedó en el palo porque ya la gente pasaba de poner la tela por el tubito. Preciosa la celebración. Preciosa la vuelta de honor. Todo precioso. Hasta la hostia de Juanlu que casi se nos viene asientos abajo. Precioso. Como cuando Isi se estaba riendo de dicha hostia y él mismo patinó dándose otra. Precioso. Después, la muchedumbre, las cámaras, el Paquito y los cánticos de celebración, que se prolongaron en La Espumosa y que terminaron en el Premier. “Y nos vamos a Basilea, Gameiro me lo confirmó, y nos vamos a Basilea, y Mariano lo remató”. “Ea ea ea nos vamos a Basilea”. Toda la plana mayor peñística, amigos de gol norte incluidos, se concentraba en el bar de Copas para cantar todo tipo de canciones. Hasta unos colombianos se sumaron a la celebración. Eso sí, con una puta bocina que despertaron a una Iratxe empachada de jamón y de felicidad sevillista. Casi fueron asesinados por el resto de presentes por ello….
En definitiva, que estamos en nuestra quinta final de la Europa League / Copa de la UEFA. Quien nos lo iba a decir hace una década. O hace 15 años en Segunda División cuando viajábamos a Soria, Toledo o Leganés. Momentos, no lo olvidéis, que serán únicos en nuestra vida. Estamos en la Edad de Oro, y cualquier excusa vale para disfrutarla. Y esta peña con su presencia y desplazamiento lo está haciendo. Ahora, lo mejor está por llegar. Toca Basilea. Y, sobre todo, toca Madrid donde vosotros, peñistas, se os va a vigilar con lupa. Tenemos la responsabilidad de confirmar que “Sevillismo en Madrid” es el mejor grupo del mundo sevillista.